AL FINAL DE ESTE VIAJE... / SILVIO RODRIGUEZ
Es bastante extraño que empecemos este blog con un disco que lleva por titulo "Al Final de este viaje". Como también puede ser extraño para varios de ustedes que estemos de vuelta tras varias piruetas y gambetas de lo que fue "Historias de una Canción". Pero bueno, eso es otra historia, vamos con lo que nos trae a esta entrada. Ponga el casette, saque la guitarra de "palo" e intente hacer una fogata virtual y a "canturrear" se a dicho.
Silvio Rodríguez Domínguez, cantautor y poeta cubano, un ferviente defensor de la revolución cubana y una de las caras mas visibles de lo que en su país se llamó el movimiento de la nueva trova.
Corría el año 1978, año del caballo para los chinos, año en que Argentina ganaría su primer mundial de futbol en los pies de un Kempes que se comía el área, el año donde la CBS empezó a emitir la serie "Dallas" y el año donde la OMS informó que la viruela sería una enfermedad pasajera. Fue en ese 1978 donde salió a la venta este disco, el segundo o tercero (depende de la parte del mundo donde estés leyendo este blog), de este gran músico oriundo de San Antonio de los Baños.
Si bien, este debería haber sido el álbum debut de Silvio, puesto que reúne material que fue compuesto entre los años 1968 y 1970, por diversas causas, que pueden ir desde lo personal hasta lo comercial, decidió grabarlo casi diez años después en España y solo acompañado de su amiga y compañera de carretera, la guitarra.
Es que en este trabajo musical vemos a un Silvio a "plena luz", con canciones directas, rebeldes y punzantes, que no necesitaban pianos, violines flautas o tambores. Es simplemente la canción en su estado puro y ese detalle hace que este sea uno de sus mejores discos porque cada "track" es un golpe al corazón del fans y al mentón de los críticos.
Recordemos que en 1975, Silvio formó parte de los combatientes Internacionalistas cubanos que ayudaron a la independencia de Angola. En esa oportunidad formó parte del grupo de cineastas que fueron a registrar ese momento histórico, y Rodríguez fue con guitarra en mano a cantarle a las tropas y darle rienda suelta a la composición de canciones. Tal como ha mencionado en entrevistas, Silvio decidió ir "inspirado en la epopeya del Che" y de esta experiencia, Silvio encontró las metaforas necesarias para crear este puñado de memorables canciones.
"Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí", es la primera frase que nos dice Silvio al colocar el casette. Se trata de la "Canción del Elegido", donde no nos quiere hablar de un hombre común, como tú o como yo, sino que nos habla de una animal de otra galaxia, o sea de un ser fiel a la revolución y los sueños de libertad. Puede que esté dedicada al Che Guevara o también al combatiente Abel Santamaría. Pero la característica de este "elegido" es que para que exista un cambio es inevitable la guerra. Por eso lo pilla contento y desnudo matando canallas con su cañon de futuro. Se da fin al ultimo acorde y viene una canción de amor, pero no una "power ballad" ochentera ni una rasposa letra de Sabina, sino que viene el Silvio que crítica lo que rodea al amor, lo legislativo.
"La Familia, la propiedad privada y el amor" empieza con el cantautor gritándole a una nube (?) la frase "el derrumbe de un sueño, algo hallado pasado, resultabas ser tú". Una canción que escribió en el barco pesquero "Playa Girón", y en donde se rebela a lo capitalista que puede resultar el matrimonio al creer que todo debe ser posesión. Era un chaval de 21 años, quizás enamorado hasta las manos, que quería dejar en claro a su pueblo que un papel o una religión no era necesariamente un reflejo del amor eterno. Que la burocracia del miedo a ser señalado con el dedo no tenía que ser el disfraz de un fin del amor.
Y si de baladas se trata, aparece en escena el hit de hits de Silvio. Se trata de "Ojalá", donde las seis cuerdas de su guitarra nos dan un viaje al desamor. Una canción dedicada a Emilia Sánchez, el primer gran amor de un Silvio quecon tan solo 18 años y un par de espinillas en la cara, se puso a escribir esta histórica letra. Emilia era una fanática de la literatura, y le enseñó varios autores a Silvio, y este quedaba impactado por la facilidad que tenía esa muchacha para entender y comentar libros. Eso dejaría loco de amor a Silvio hasta que Emilia decidió irse de La Habana y mudarse a su pueblo natal, Camaguey. "Compuse esta canción en un momento de delirio, arrebato, de sentimiento un poco apresurado" declararía el cantautor años después.
"Debo dejar la casa y el sillón" es una de las frases de la siguiente canción del lado A de nuestro casette. Es "La era está pariendo un corazón", una canción que puede que este influenciada en el Che Guevara o en la Revolución Cubana en su totalidad. La letra juega con eso, con el llamado a defender la tierra (la madre), y la interpretación vocal de Silvio es magistral, a ratos desgarradora y a ratos cayendo en un abismo de tonos menores que te pone pelos de punta. Otra obra clasica de "El aprendiz".
"Resumen de Noticias" es Silvio en versión Punk. No por la vestimenta ni el peinado (?), sino por la letra, que es una oda a la defensa de sus ideales frente a la canción. Son tres minutos con cincuenta y pico segundos de frases épicas y en donde el cantautor le hace collera a los delimitadores de las primaveras, o sea a aquellos que quieren solo canciones de amor en tono cursi. De ahí que nos refriega en la cara la frase "he preferido hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado" y de paso nos dice que "la palabra amor aún me suena a hueco". Aquí Silvio no deja títere sin cabeza, y le dice a los críticos que la trova no será solo amor, sino que también resistencia y defensa a la Revolución Cubana. Y para darle un buen remate al arco tras tanto regate, aparece "Debo Partirme en dos", que sigue, en parte, la misma idea de su antecesora. Aquí Silvio se las trae al público, al radioescucha, al que paga la entrada a un concierto. Nos dice que hace rato viene lidiando con gente que dice que canta cosas indecentes (¿política?) y con gente que le aplaude todo lo que dice aunque no le entiendan ninguna frase, y es por ello que debe tomar dos personalidades porque es lo que le exigen a un artista. Pero nuestro amigo se rebela con guitarra en mano, se burla de las canciones cursis y simplonas con una irónica parte de "te quiero mi amor, no me dejes solo..." y se sube al podio dejándole en claro a sus críticos que algunas de sus canciones fueron éxito a pesar de todo ("... y la era pariendo se puso de moda").
Nota aparte, el coro de la canción es de los mejores de este disco, porque juega con ambos personajes, con lo que dice uno, con lo que dice el otro, y finalmente la actriz principal es la canción y no le importa que le suspendan la función, ya que esta vivirá por siempre.
La siguiente pieza, es la famosa "Oleo de mujer con sombrero", otra de las canciones fundamentales en la carrera de este músico cubano. Aquí nuevamente le saca chispas al mundo gritándole "que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción". La historia cuenta que Silvio sentía una profunda admiración por el pintor ruso Marc Chagall. “Recuerdo que una vez descubrí un cuadro de él que, entre otras cosas, representaba a una mujer con un sombrero blanco y una pluma colorada, que me gustó mucho; y también recuerdo, valga la redundancia, que unos años después, en los carnavales de La Habana de 1970, conocí a una mujer con un sobrero blanco y una pluma colorada que me gustó mucho más” declaraba Silvio en una entrevista años después. Fue con esa inspiración que escribió una tetralogía de esta mujer con sombrero, que siempre advierte en sus entrevistas, no está dedicada a Emilia. Simplemente es Silvio pintando en base a letras y acordes un momento, un amor. Es por esto que el músico a declarado que es lo mas cercano a la función de un bolero que ha conseguido en su extenso catalogo de canciones.
Llegamos a los momentos finales del disco, y la guitarra de Rodríguez sigue sonando a full y se permite sacar del sombrero la pieza "Aunque no esté de moda". Una canción de amor, de amor verdadero y también de revolución, donde nos deja en claro que a pesar que el romanticismo ya no esté en las tribunas siempre es necesario practicarlo, en base a la libertad y sin tantas reglas. Nos dice que algo está pasando, que apretó el interruptor para encender la luz y encendió el sol de esos viejos amantes que ven el amor como elemento imprescindible para el diario vivir. Salud por eso!!
La penúltima canción se titula "Que se puede hacer con el amor". Una canción dedicada nuevamente al amor sin papeles ni anillos, sino al simple acto de unir vidas. Nos cuenta la historia de una muchacha de La Habana que se junta a escondida con un muchacho de secundaria, y así dan cuenta de un buen amor. Luego nos transporta a España, donde dos amantes al escuchar un sermón en la iglesia sobre el pecado, simplemente se toman de las manos y siguen su camino porque en el fondo es un buen amor. Y finaliza con el mundo, generalizando que hay amantes, que sin tanto prejuicio, se ven hermosos porque es el amor la solución ante todo. "Si siempre el cariño nos sale tan bien" es la frase final de una canción de coro pegajoso.
Y para finalizar, el broche de oro, una canción de esas necesarias, un himno para algunos. Nos referimos a la canción "Al final de este viaje en la vida". Se cuenta que Silvio la escribió en 1969, a bordo del barco "Oceano Atlántico" mientras navegaba por las costas de Africa. En ella deja retratada una reflexión sobre la vida, y el papel de todo ser humano en hacer de ella algo importante. Nos habla del futuro, pero sin dejar de lado el presente ni el pasado porque seremos la prehistoria que tendrá este futuro y nos invita a creerle que todo lo que vendrá será para mejor.
Bajo el manto de una guitarra aventurera, Silvio nos deja esta canción esperanzadora, donde nos deja en claro que la vida es un ciclo. Al final nos dice que "uedamos los que puedan sonreír, en medio de la muerte, en plena luz". Simplemente, un himno para valientes.
Y así llegamos al final de este viaje (?), o sea al final de este disco, que es de los mejores de este cantautor cubano. Un disco minimalista en cuanto a instrumentos (Silvio queda como un guitarrista de excelencia) pero con mensajes muy profundos en cada estación de este viaje lleno de amor, protesta y revolución.
Autor: Jimmy Jazz
Silvio Rodríguez Domínguez, cantautor y poeta cubano, un ferviente defensor de la revolución cubana y una de las caras mas visibles de lo que en su país se llamó el movimiento de la nueva trova.
Corría el año 1978, año del caballo para los chinos, año en que Argentina ganaría su primer mundial de futbol en los pies de un Kempes que se comía el área, el año donde la CBS empezó a emitir la serie "Dallas" y el año donde la OMS informó que la viruela sería una enfermedad pasajera. Fue en ese 1978 donde salió a la venta este disco, el segundo o tercero (depende de la parte del mundo donde estés leyendo este blog), de este gran músico oriundo de San Antonio de los Baños.
Si bien, este debería haber sido el álbum debut de Silvio, puesto que reúne material que fue compuesto entre los años 1968 y 1970, por diversas causas, que pueden ir desde lo personal hasta lo comercial, decidió grabarlo casi diez años después en España y solo acompañado de su amiga y compañera de carretera, la guitarra.
Es que en este trabajo musical vemos a un Silvio a "plena luz", con canciones directas, rebeldes y punzantes, que no necesitaban pianos, violines flautas o tambores. Es simplemente la canción en su estado puro y ese detalle hace que este sea uno de sus mejores discos porque cada "track" es un golpe al corazón del fans y al mentón de los críticos.
Recordemos que en 1975, Silvio formó parte de los combatientes Internacionalistas cubanos que ayudaron a la independencia de Angola. En esa oportunidad formó parte del grupo de cineastas que fueron a registrar ese momento histórico, y Rodríguez fue con guitarra en mano a cantarle a las tropas y darle rienda suelta a la composición de canciones. Tal como ha mencionado en entrevistas, Silvio decidió ir "inspirado en la epopeya del Che" y de esta experiencia, Silvio encontró las metaforas necesarias para crear este puñado de memorables canciones.
"Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí", es la primera frase que nos dice Silvio al colocar el casette. Se trata de la "Canción del Elegido", donde no nos quiere hablar de un hombre común, como tú o como yo, sino que nos habla de una animal de otra galaxia, o sea de un ser fiel a la revolución y los sueños de libertad. Puede que esté dedicada al Che Guevara o también al combatiente Abel Santamaría. Pero la característica de este "elegido" es que para que exista un cambio es inevitable la guerra. Por eso lo pilla contento y desnudo matando canallas con su cañon de futuro. Se da fin al ultimo acorde y viene una canción de amor, pero no una "power ballad" ochentera ni una rasposa letra de Sabina, sino que viene el Silvio que crítica lo que rodea al amor, lo legislativo.
"La Familia, la propiedad privada y el amor" empieza con el cantautor gritándole a una nube (?) la frase "el derrumbe de un sueño, algo hallado pasado, resultabas ser tú". Una canción que escribió en el barco pesquero "Playa Girón", y en donde se rebela a lo capitalista que puede resultar el matrimonio al creer que todo debe ser posesión. Era un chaval de 21 años, quizás enamorado hasta las manos, que quería dejar en claro a su pueblo que un papel o una religión no era necesariamente un reflejo del amor eterno. Que la burocracia del miedo a ser señalado con el dedo no tenía que ser el disfraz de un fin del amor.
Y si de baladas se trata, aparece en escena el hit de hits de Silvio. Se trata de "Ojalá", donde las seis cuerdas de su guitarra nos dan un viaje al desamor. Una canción dedicada a Emilia Sánchez, el primer gran amor de un Silvio quecon tan solo 18 años y un par de espinillas en la cara, se puso a escribir esta histórica letra. Emilia era una fanática de la literatura, y le enseñó varios autores a Silvio, y este quedaba impactado por la facilidad que tenía esa muchacha para entender y comentar libros. Eso dejaría loco de amor a Silvio hasta que Emilia decidió irse de La Habana y mudarse a su pueblo natal, Camaguey. "Compuse esta canción en un momento de delirio, arrebato, de sentimiento un poco apresurado" declararía el cantautor años después.
"Debo dejar la casa y el sillón" es una de las frases de la siguiente canción del lado A de nuestro casette. Es "La era está pariendo un corazón", una canción que puede que este influenciada en el Che Guevara o en la Revolución Cubana en su totalidad. La letra juega con eso, con el llamado a defender la tierra (la madre), y la interpretación vocal de Silvio es magistral, a ratos desgarradora y a ratos cayendo en un abismo de tonos menores que te pone pelos de punta. Otra obra clasica de "El aprendiz".
"Resumen de Noticias" es Silvio en versión Punk. No por la vestimenta ni el peinado (?), sino por la letra, que es una oda a la defensa de sus ideales frente a la canción. Son tres minutos con cincuenta y pico segundos de frases épicas y en donde el cantautor le hace collera a los delimitadores de las primaveras, o sea a aquellos que quieren solo canciones de amor en tono cursi. De ahí que nos refriega en la cara la frase "he preferido hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado" y de paso nos dice que "la palabra amor aún me suena a hueco". Aquí Silvio no deja títere sin cabeza, y le dice a los críticos que la trova no será solo amor, sino que también resistencia y defensa a la Revolución Cubana. Y para darle un buen remate al arco tras tanto regate, aparece "Debo Partirme en dos", que sigue, en parte, la misma idea de su antecesora. Aquí Silvio se las trae al público, al radioescucha, al que paga la entrada a un concierto. Nos dice que hace rato viene lidiando con gente que dice que canta cosas indecentes (¿política?) y con gente que le aplaude todo lo que dice aunque no le entiendan ninguna frase, y es por ello que debe tomar dos personalidades porque es lo que le exigen a un artista. Pero nuestro amigo se rebela con guitarra en mano, se burla de las canciones cursis y simplonas con una irónica parte de "te quiero mi amor, no me dejes solo..." y se sube al podio dejándole en claro a sus críticos que algunas de sus canciones fueron éxito a pesar de todo ("... y la era pariendo se puso de moda").
Nota aparte, el coro de la canción es de los mejores de este disco, porque juega con ambos personajes, con lo que dice uno, con lo que dice el otro, y finalmente la actriz principal es la canción y no le importa que le suspendan la función, ya que esta vivirá por siempre.
La siguiente pieza, es la famosa "Oleo de mujer con sombrero", otra de las canciones fundamentales en la carrera de este músico cubano. Aquí nuevamente le saca chispas al mundo gritándole "que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción". La historia cuenta que Silvio sentía una profunda admiración por el pintor ruso Marc Chagall. “Recuerdo que una vez descubrí un cuadro de él que, entre otras cosas, representaba a una mujer con un sombrero blanco y una pluma colorada, que me gustó mucho; y también recuerdo, valga la redundancia, que unos años después, en los carnavales de La Habana de 1970, conocí a una mujer con un sobrero blanco y una pluma colorada que me gustó mucho más” declaraba Silvio en una entrevista años después. Fue con esa inspiración que escribió una tetralogía de esta mujer con sombrero, que siempre advierte en sus entrevistas, no está dedicada a Emilia. Simplemente es Silvio pintando en base a letras y acordes un momento, un amor. Es por esto que el músico a declarado que es lo mas cercano a la función de un bolero que ha conseguido en su extenso catalogo de canciones.
Llegamos a los momentos finales del disco, y la guitarra de Rodríguez sigue sonando a full y se permite sacar del sombrero la pieza "Aunque no esté de moda". Una canción de amor, de amor verdadero y también de revolución, donde nos deja en claro que a pesar que el romanticismo ya no esté en las tribunas siempre es necesario practicarlo, en base a la libertad y sin tantas reglas. Nos dice que algo está pasando, que apretó el interruptor para encender la luz y encendió el sol de esos viejos amantes que ven el amor como elemento imprescindible para el diario vivir. Salud por eso!!
La penúltima canción se titula "Que se puede hacer con el amor". Una canción dedicada nuevamente al amor sin papeles ni anillos, sino al simple acto de unir vidas. Nos cuenta la historia de una muchacha de La Habana que se junta a escondida con un muchacho de secundaria, y así dan cuenta de un buen amor. Luego nos transporta a España, donde dos amantes al escuchar un sermón en la iglesia sobre el pecado, simplemente se toman de las manos y siguen su camino porque en el fondo es un buen amor. Y finaliza con el mundo, generalizando que hay amantes, que sin tanto prejuicio, se ven hermosos porque es el amor la solución ante todo. "Si siempre el cariño nos sale tan bien" es la frase final de una canción de coro pegajoso.
Y para finalizar, el broche de oro, una canción de esas necesarias, un himno para algunos. Nos referimos a la canción "Al final de este viaje en la vida". Se cuenta que Silvio la escribió en 1969, a bordo del barco "Oceano Atlántico" mientras navegaba por las costas de Africa. En ella deja retratada una reflexión sobre la vida, y el papel de todo ser humano en hacer de ella algo importante. Nos habla del futuro, pero sin dejar de lado el presente ni el pasado porque seremos la prehistoria que tendrá este futuro y nos invita a creerle que todo lo que vendrá será para mejor.
Bajo el manto de una guitarra aventurera, Silvio nos deja esta canción esperanzadora, donde nos deja en claro que la vida es un ciclo. Al final nos dice que "uedamos los que puedan sonreír, en medio de la muerte, en plena luz". Simplemente, un himno para valientes.
Y así llegamos al final de este viaje (?), o sea al final de este disco, que es de los mejores de este cantautor cubano. Un disco minimalista en cuanto a instrumentos (Silvio queda como un guitarrista de excelencia) pero con mensajes muy profundos en cada estación de este viaje lleno de amor, protesta y revolución.
Autor: Jimmy Jazz
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