WISH YOU WERE HERE / PINK FLOYD
El 5 de Junio de 1975 no fue un día mas para los integrantes de la reconocida banda de rock progresivo y experimental Pink Floyd. Lo que se suponía que iba a ser una jornada más de grabación de nuevo material para su noveno trabajo musical en el estudio 3 de los estudios Abbey Road, se vio interrumpida por una sorpresiva visita.
Es que mientras la banda se encontraba de cabeza trabajando la parte instrumental de lo que sería "Shine On you Crazy Diamond", se percataron que había un sujeto calvo y gordo que vestía un viejo chaquetón café. En principio el baterista Nick Mason pensó que era algún amigo de los ingenieros de sonido que andaba visitándolos, pero fue David Gilmour quien se percató que ese sujeto era Syd Barrett. Todo el estudio quedó en silencio, la sorpresa era entre grata y a la vez incómoda.
Para los que no saben, Syd Barrett fue uno de los miembros fundadores de la banda, era un tipo talentoso y fue uno de los pilares fundamentales de la música psicodélica de finales de los sesentas, en especial con ese disco debut de Pink Floyd. Pero finalmente fue expulsado de la banda en 1968, ya que los excesos con los alucinógenos lo tenían a muy mal traer y básicamente era un problema para los demás integrantes de la banda, debido a que muchas de sus actuaciones en vivo fueron un total desastre cuando Syd entraba drogado, pegado o simplemente empezaba a improvisar con su guitarra una que otra desastrosa melodía. Ya se notaba que estaba yéndose del campo de la realidad. Pero volvamos a ese 5 de Junio de 1975.
Gilmour, Waters y Mason no veían a Barret desde 1970, cuando lo ayudaron en sus trabajos como solista (que son joyas ) y se habían quedado con la imagen de su compañero extrovertido que estaba entre lo real y lo imaginario, y que siempre buscaba una canción para pintar sus imágenes mentales. Pero ahora lo que veían era un Barrett en la decadencia pura, algo apagado, con la mirada algo perdida y de conversación intermitente y a ratos inentendible. Una vez que sentaron a conversar, el grupo empezó a recordar historias de sus inicios musicales. Sobre este encuentro, Nick Mason recordaría años después: "Sentíamos algo de culpa. Todos teníamos algo que ver con el estado actual de Syd, ya fuera por no reconocer su situación, falta de responsabilidad o egoísmo descarado".
Es que además en ese estudio de Abbey Road, fue donde Syd grabó gran parte de sus mejores canciones. Por ello, la banda lo invitó a escuchar la canción que estaban grabando. Era "Shine on You Crazy Diamond", Barrett la escuchó atentamente hasta el final y cuando Roger Waters le preguntó que le había parecido esa canción, Barrett solo se limitó a responderle: "Me parece algo extraño".
Nunca se supo que es lo que tramaba Barrett con visitar el estudio de grabación. Algunos pensaron que iba con la idea de volver a ponerse la guitarra y entrar a la banda, otros pensaron que llevaba alguna canción o una idea, pero nada. Solo fue de paso, a observar y quizás a recordar parte de su historia. Mientras que para la banda, ver nuevamente a su amigo, abrazarlo y escucharlo fue el impulso necesario para terminar un disco que ahora sería un homenaje al que fundó Pink Floyd.
Así fue como el 12 de Septiembre de 1975 la banda lanzaba el LP "Wish You Were Here", un disco emblemático en su carrera musical y que fue todo un éxito, y por eso, y muchas cosas mas, que merece ser analizado pieza por pieza. Así que subanse, que ya ponemos quinta a fondo y arrancamos.
"Shine On Your Crazy Diamond (Parts I - V)": Y el disco inicia con un sonido ambiental, algo desolador que sale del sintetizador de Richard Wright para darle la entrada a esas míticas cuatro notas, ideadas por David Gilmour, que son la base con las cuales se mueve esta pieza musical progresiva.
Y como era de esperar, Roger Waters escribió la letra como un homenaje a su amigo Syd Barrett. En esta pieza con toques a blues, se nos habla del Barrett actual, ese de la mirada algo perdida, de la personalidad algo apagada por su estado mental pero nos deja en claro que si se lo proponía aún podía brillar en el mundo de la música.
La historia cuenta que tanto Roger como David intentaron cantar esta canción en el estudio, y la pelea fue palo a palo, pero finalmente se decidieron por la voz del bajista. Además aparece el primer invitado, de un buen puñado de músicos, que colaboraría con la banda. En esta ocasión los muchachos contactaron nuevamente a su amigo Dick Parry para que tocara un solo con su saxo barítono tal como ya lo había hecho en el disco anterior, el aclamado "Dark Side On The Moon" (del cuál tenemos que sí o sí charlar) donde se luce tocando en "Money" y "Us and Them".
"Welcome To The Machine": Tras los casi catorce minutos de su antecesora, aparece un tema firmado por Waters pero cantado por Gilmour bajo una parte instrumental que a ratos toma tintes a música electrónica. En esta canción se le hace una crítica muy ácida a los sellos discográficos y a los empresarios que estrujan hasta mas no poder a las bandas, sin importar los acordes ni las letras, simplemente el sucio dinero. Waters no deja títere sin cabeza en esta canción y los trata de ladrones, de traicioneros, mentirosos y que son los que idearon y manejan esta máquina que no tiene piedad con el cantor.
Waters a declarado que todo lo que rodeaba a la producción de un disco, en especial el trato de las discográficas, fue unos de los causantes del colapso mental de Syd Barrett.
"Have a Cigar": El inicio del lado B empieza con un buen rock, donde el sintetizador y la guitarra son los que mandan en la parte musical. Nuevamente es Waters quien se saca una letra que ahora va en directa dedicatoria a esos ejecutivos de los sellos discográficos que siempre bajo un juego sucio y cobarde logran tener el control total de una banda.
Se cuenta que Waters no le daba la voz para cantar en esta canción, y que lo intentaba varias veces pero el resultado no era lo esperado. Así que se la cedió a regañadientes a Gilmour para que intentara cantarla, pero este mostró muy poco interés y tras dos intentos abandonó el barco. Justo ese día estaba grabando en el estudio de al lado el cantautor británico Roy Harper, quien estaba dándole duro a sus piezas folk. Asi que Gilmour fue al estudio, y le hizo una buena oferta monetaria a Harper para que pusiera su voz en esta canción. En dos tomas, la canción estaba lista para ser incluida en el disco pese a que Roger se oponía por considerarla muy lejana a la versión original. Pero al final se acató mayoría e incluso fue lanzada como single promocional.
"Wish You Were Here": Y llegamos a la canción mas popular de Pink Floyd, esa que todo aprendiz de guitarra debe, por lo menos, saber el riff inicial ideado por Gilmour.
Pero antes de la guitarra de 12 cuerdas aparece un efecto de radioemisora, el cuál fue ideado por Waters para reflejar la distancia entre el oyente y la música.
Esta hermosa y melancólica canción electroacústica también iba dedicada a Syd Barrett. En ella, bajo una interpretación vocal notable de Gilmour , se habla de esas personas que se van de este mundo, sea en lo físico, mental o emocionalmente. En este caso era sobre la esquizofrenia.
En resumen, Pink Floyd nos deja una canción con detalles musicales hermosos y que contrastan de manera perfecta con la melancolía y la desolación de la letra y el canto, y es por ello se volvió inmortal y muy, pero muy popular.
"Shine On Your Crazy Diamond (Parts VI - IX)": Y con la canción que dieron inicio al disco deciden también terminarlo. Aquí encontramos doce minutos y fracción de una canción que terminaría siendo algo así como un marcha fúnebre, como la definió Gilmour alguna vez.
Si bien aquí Gilmour y Waters hacen un buen juego de bajos en el intro, es el sintetizador de Wright el que lleva la batuta hasta que aparece la parte desgarradora, a ritmo de blues, donde las guitarras suenan filosas y casi al límite hasta que tras un excelente puente aparece Waters cantando a viva voz el coro de esta canción dedicada a su viejo amigo.
La parte final del tema, que suena a despedida y a desolación se va desvaneciendo poco a poco mientras se puede escuchar a lo lejos parte de "See Emily Play", una canción icónica que Syd Barrett grabó en su etapa de Pink Floyd. Con ese detalle le dieron el final mas que perfecto a este disco, que es uno de los trabajos mas emblemáticos de la banda.
Y así llegamos al final de este disco apto para esta cuarentena (no salgas de tu casa!!). Y recuerde que nunca es tarde para darle una nueva repasada a este LP y volver a sentir a estos maduros Pink Floyd en su estado mas progresivo y en su época dorada. Una joya que brilla por colores propios.
Es que mientras la banda se encontraba de cabeza trabajando la parte instrumental de lo que sería "Shine On you Crazy Diamond", se percataron que había un sujeto calvo y gordo que vestía un viejo chaquetón café. En principio el baterista Nick Mason pensó que era algún amigo de los ingenieros de sonido que andaba visitándolos, pero fue David Gilmour quien se percató que ese sujeto era Syd Barrett. Todo el estudio quedó en silencio, la sorpresa era entre grata y a la vez incómoda.
Para los que no saben, Syd Barrett fue uno de los miembros fundadores de la banda, era un tipo talentoso y fue uno de los pilares fundamentales de la música psicodélica de finales de los sesentas, en especial con ese disco debut de Pink Floyd. Pero finalmente fue expulsado de la banda en 1968, ya que los excesos con los alucinógenos lo tenían a muy mal traer y básicamente era un problema para los demás integrantes de la banda, debido a que muchas de sus actuaciones en vivo fueron un total desastre cuando Syd entraba drogado, pegado o simplemente empezaba a improvisar con su guitarra una que otra desastrosa melodía. Ya se notaba que estaba yéndose del campo de la realidad. Pero volvamos a ese 5 de Junio de 1975.
Gilmour, Waters y Mason no veían a Barret desde 1970, cuando lo ayudaron en sus trabajos como solista (que son joyas ) y se habían quedado con la imagen de su compañero extrovertido que estaba entre lo real y lo imaginario, y que siempre buscaba una canción para pintar sus imágenes mentales. Pero ahora lo que veían era un Barrett en la decadencia pura, algo apagado, con la mirada algo perdida y de conversación intermitente y a ratos inentendible. Una vez que sentaron a conversar, el grupo empezó a recordar historias de sus inicios musicales. Sobre este encuentro, Nick Mason recordaría años después: "Sentíamos algo de culpa. Todos teníamos algo que ver con el estado actual de Syd, ya fuera por no reconocer su situación, falta de responsabilidad o egoísmo descarado".
Es que además en ese estudio de Abbey Road, fue donde Syd grabó gran parte de sus mejores canciones. Por ello, la banda lo invitó a escuchar la canción que estaban grabando. Era "Shine on You Crazy Diamond", Barrett la escuchó atentamente hasta el final y cuando Roger Waters le preguntó que le había parecido esa canción, Barrett solo se limitó a responderle: "Me parece algo extraño".
Nunca se supo que es lo que tramaba Barrett con visitar el estudio de grabación. Algunos pensaron que iba con la idea de volver a ponerse la guitarra y entrar a la banda, otros pensaron que llevaba alguna canción o una idea, pero nada. Solo fue de paso, a observar y quizás a recordar parte de su historia. Mientras que para la banda, ver nuevamente a su amigo, abrazarlo y escucharlo fue el impulso necesario para terminar un disco que ahora sería un homenaje al que fundó Pink Floyd.
Así fue como el 12 de Septiembre de 1975 la banda lanzaba el LP "Wish You Were Here", un disco emblemático en su carrera musical y que fue todo un éxito, y por eso, y muchas cosas mas, que merece ser analizado pieza por pieza. Así que subanse, que ya ponemos quinta a fondo y arrancamos.
"Shine On Your Crazy Diamond (Parts I - V)": Y el disco inicia con un sonido ambiental, algo desolador que sale del sintetizador de Richard Wright para darle la entrada a esas míticas cuatro notas, ideadas por David Gilmour, que son la base con las cuales se mueve esta pieza musical progresiva.
Y como era de esperar, Roger Waters escribió la letra como un homenaje a su amigo Syd Barrett. En esta pieza con toques a blues, se nos habla del Barrett actual, ese de la mirada algo perdida, de la personalidad algo apagada por su estado mental pero nos deja en claro que si se lo proponía aún podía brillar en el mundo de la música.
La historia cuenta que tanto Roger como David intentaron cantar esta canción en el estudio, y la pelea fue palo a palo, pero finalmente se decidieron por la voz del bajista. Además aparece el primer invitado, de un buen puñado de músicos, que colaboraría con la banda. En esta ocasión los muchachos contactaron nuevamente a su amigo Dick Parry para que tocara un solo con su saxo barítono tal como ya lo había hecho en el disco anterior, el aclamado "Dark Side On The Moon" (del cuál tenemos que sí o sí charlar) donde se luce tocando en "Money" y "Us and Them".
"Welcome To The Machine": Tras los casi catorce minutos de su antecesora, aparece un tema firmado por Waters pero cantado por Gilmour bajo una parte instrumental que a ratos toma tintes a música electrónica. En esta canción se le hace una crítica muy ácida a los sellos discográficos y a los empresarios que estrujan hasta mas no poder a las bandas, sin importar los acordes ni las letras, simplemente el sucio dinero. Waters no deja títere sin cabeza en esta canción y los trata de ladrones, de traicioneros, mentirosos y que son los que idearon y manejan esta máquina que no tiene piedad con el cantor.
Waters a declarado que todo lo que rodeaba a la producción de un disco, en especial el trato de las discográficas, fue unos de los causantes del colapso mental de Syd Barrett.
"Have a Cigar": El inicio del lado B empieza con un buen rock, donde el sintetizador y la guitarra son los que mandan en la parte musical. Nuevamente es Waters quien se saca una letra que ahora va en directa dedicatoria a esos ejecutivos de los sellos discográficos que siempre bajo un juego sucio y cobarde logran tener el control total de una banda.
Se cuenta que Waters no le daba la voz para cantar en esta canción, y que lo intentaba varias veces pero el resultado no era lo esperado. Así que se la cedió a regañadientes a Gilmour para que intentara cantarla, pero este mostró muy poco interés y tras dos intentos abandonó el barco. Justo ese día estaba grabando en el estudio de al lado el cantautor británico Roy Harper, quien estaba dándole duro a sus piezas folk. Asi que Gilmour fue al estudio, y le hizo una buena oferta monetaria a Harper para que pusiera su voz en esta canción. En dos tomas, la canción estaba lista para ser incluida en el disco pese a que Roger se oponía por considerarla muy lejana a la versión original. Pero al final se acató mayoría e incluso fue lanzada como single promocional.
"Wish You Were Here": Y llegamos a la canción mas popular de Pink Floyd, esa que todo aprendiz de guitarra debe, por lo menos, saber el riff inicial ideado por Gilmour.
Pero antes de la guitarra de 12 cuerdas aparece un efecto de radioemisora, el cuál fue ideado por Waters para reflejar la distancia entre el oyente y la música.
Esta hermosa y melancólica canción electroacústica también iba dedicada a Syd Barrett. En ella, bajo una interpretación vocal notable de Gilmour , se habla de esas personas que se van de este mundo, sea en lo físico, mental o emocionalmente. En este caso era sobre la esquizofrenia.
En resumen, Pink Floyd nos deja una canción con detalles musicales hermosos y que contrastan de manera perfecta con la melancolía y la desolación de la letra y el canto, y es por ello se volvió inmortal y muy, pero muy popular.
"Shine On Your Crazy Diamond (Parts VI - IX)": Y con la canción que dieron inicio al disco deciden también terminarlo. Aquí encontramos doce minutos y fracción de una canción que terminaría siendo algo así como un marcha fúnebre, como la definió Gilmour alguna vez.
Si bien aquí Gilmour y Waters hacen un buen juego de bajos en el intro, es el sintetizador de Wright el que lleva la batuta hasta que aparece la parte desgarradora, a ritmo de blues, donde las guitarras suenan filosas y casi al límite hasta que tras un excelente puente aparece Waters cantando a viva voz el coro de esta canción dedicada a su viejo amigo.
La parte final del tema, que suena a despedida y a desolación se va desvaneciendo poco a poco mientras se puede escuchar a lo lejos parte de "See Emily Play", una canción icónica que Syd Barrett grabó en su etapa de Pink Floyd. Con ese detalle le dieron el final mas que perfecto a este disco, que es uno de los trabajos mas emblemáticos de la banda.
Y así llegamos al final de este disco apto para esta cuarentena (no salgas de tu casa!!). Y recuerde que nunca es tarde para darle una nueva repasada a este LP y volver a sentir a estos maduros Pink Floyd en su estado mas progresivo y en su época dorada. Una joya que brilla por colores propios.
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